A Guatemala yo la venero

porque ésta es mi tierra natal,

y para esta tierra que quiero

yo pido al cielo vida inmortal.

A su bandera veo altanera

que ondula excelsa su azul turquí

y por las lomas y las praderas

el árbol verde veo de aquí.

Y sus montañas que me parecen

un mar inmenso de oscuro azul,

donde las olas bellas se mecen

con sus espumas suaves de tul.

Y sus volcanes altos y erguidos

cual centinelas cuidan mi hogar

y son sus suelos, los más queridos;

mi Guatemala, mi dulce hogar.

Oh, Guatemala, patria querida,

tierra adorada donde nací,

hoy mi alma entera de amor henchida

quiere cantar solo para ti.

El dulce canto alegre y sagrado

como promesa de amor filial,

cual lirio blanco veo con agrado

 

y para ti pido:  ¡Vida inmortal!

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